El lazo representa visualmente el vínculo inquebrantable entre los novios, una fuerza que los une y los aparta del resto del mundo, protegiéndolos y vigorizando su alianza. Es la forma sólida de una conexión que sólo ellos dos comparten.
Tradicionalmente, los padrinos colocan este lazo sobre los hombros del novio y de la novia, reforzando sus promesas. Estos padrinos suelen ser una pareja muy querida por los novios y que lleva mucho tiempo junta, o cuya relación es estable. De esta forma, los encargados de enlazar al nuevo matrimonio son una pareja con experiencia y fortaleza en su propia relación.